Maitei. Mba´éichapa? Peike peikua´a hagua mba´epa oi ko´ape!!

Maitei. Mba´éichapa? Peike peikua´a hagua mba´epa oi ko´ape!!

Este es un espacio que buscará rescatar algo de mis redacciones diarias de noticias, en especial aquellas con enfoque de desarrollo campesino, cultural y las iniciativas de las poblaciones de la rivera, entre otros temas interesantes y positivos.

KuKu AkaNgO MaRAnDu representa un lugar en donde demostraré que los fantasmas y tabúes que aún rondan en nuestra sociedad no son un impedimento para que la gente pueda sobresalir, buscar mejores fronteras para el desarrollo y tener una vida digna.

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sábado, 7 de mayo de 2016

EL PUNTO DEL BRILLO

Mirando cada ventanilla de las empresas de transporte y esperando un gesto de aprobación, recorría en la cálida mañana asuncena, el niño Juan Pérez de tan solo 12 años. Lustrabotas de oficio y estudiante de sexto grado en sus ratos libres. La Terminal de Ómnibus de Asunción era su lugar de trabajo durante seis horas de lunes a sábados. 

El hermano del medio, eso creía que era Juan. Vive en un asentamiento pobre en Lambaré, distante a unos 20 kilómetros de la Terminal de Asunción. Su día iniciaba puntualmente a las 4.00 para dirigirse a su puesto laboral, como lo define a ese espacio.

“Hoy llegué temprano”, mencionó a uno de sus cotidianos clientes, un guarda de transporte de la empresa Guaireña. El peculiar cliente despistado y sumergido en los chats del WhatsApp hizo caso omiso a aquel relato. El niño, tímido, entonces se sumergió de vuelta en su mundo. 

Eran las 5.00 de la madrugada y Juancito, como lo llaman sus amigos, ya pesquisaba por los primeros clientes antes del alba. Con entusiasmo siempre inicia con el ritual de lustrar zapatos untando el betún en los calzados, solo tiene para el color negro. Tras el procedimiento que lo hace de manera cuidadosa para no manchar la ropa del cliente, procede a cepillar el resto del betún de manera profesional. Lleva como tres años en el buscándole el brillo a los zapatos.  

Entre charlas o el silencio, su gama de clientes no sobrepasa 20 al día. El paso final consiste en dar brillo al calzado de los transeúntes de la Terminal, a esos zapatos que caminan tanto como él. 

Mientras espera el cobro por el trabajo que hizo con el sudor de la frente, no puede evitar preguntar si puede volver al día siguiente para repetir el mismo paso: lustrar el calzado del nuevo cliente que se ganó. 

La Terminal de Ómnibus de Asunción; que en épocas altas cobija a más de 70.000 viajeros, alberga a 18 lustrabotas que se dividen el horario en dos turnos de 6.00 a 12.00 y de 12.00  a 18.00. Pobre de aquel que sea encontrado lustrando botas fuera de horario. “Es suspendido”, comentó Juan a unos de sus clientes más preguntones del día. Este grupo de trabajadores informales tiene su código de disciplina. Los educadores nos controlan, añadió al referirse a los trabajadores sociales de la Secretaría de la Niñez y Adolescencia que controlan a los niños trabajadores. 

El niño se alberga diariamente en el lugar, menos los domingos que se queda a descansar.  Mientras un letrero de la empresa de transporte la Encarnacena invita con el lema “Disfrute del placer de viajar”, el niño lustrabotas solo concreta ese viaje en sus pensamientos. Juan se resigna a trabajar, no hay otra salida. Es el menor de ocho hermanos. Tres varones y cuatro mujeres. “Ayuda”, responde tímido ante la pregunta de sus clientes si lo que junta diariamente permite cubrir los gastos.  

Mientras en otro rincón de la pequeña Terminal, un lustrabotas -un hombre de casi 60 años- se dispuso a dar brillo al calzado de cuero de un guardia. Sentado ya en el piso con el cepillo untado de betún, el pie del cliente se dispuso a caminar y se retiró del lugar sin dar argumentos. 

El guardia perdido en su mundo, atendió una llamada del celular y se fue lentamente del lugar, bajo la atenta mirada absorta del lustrabotas, que resignado cogió su caja y siguió su camino en busca de otro cliente.  

Una paloma posa en la baranda del segundo piso. Ellas dominan la zona. Mientras al fondo se oyen risas y llanto de despedidas y encuentros. En pleno día laboral. La terminal pierde su brillo. Hay poco movimiento. Unos mochileros dan color y se roban la mirada de los pasajeros que aguardan subir al bus para emprender el viaje. 

“Amigo  adelante”, es la voz tímida que se oye de uno de los vendedores en la empresa Crucero del Norte. Todos van o vienen de ningún lugar es lo que expresa el rostro de los viajeros. Absortos. Cansados. Confundidos o resignados.

La tradicional masa hecha a base de maíz, no falta para su venta. La Terminal viste su peor gala en un día laboral y con poco movimiento de pasajeros. Mientras las ventas no son buenas, la chipera tienta a la suerte jugando quiniela. “No hay venta”, se queja con voz quejumbrosa y pesimista.

Sentada a lado de la mercadería de dulces y chipa  ofrece con pocos ánimos sus productos.  Nadie la mira ni se acerca a comprar nada.

“Mbaeteco la venta?”, pregunta una viajera. “Oimimi. Amalicia pe huelga culpare ndaipori.mbaeve. Ni gente ndoui terminalpe”, se siguió plagueando mientras la temperatura ya alcanzaba los 34 grados centígrados a las 9.00 de la mañana. Ña María, la chipera, muestra un rostro lastimero, moreno, esculpido por las arrugas. Una mirada perdida es el contacto visual con sus clientes. La jornada es lenta y aburrida.

La chipa es su sustento diario de toda la vida. Ocupa un espacio pequeño y últimamente no vende mucha chipa. Si canasto está casi vacío. Solo le resta esperar vender algo para salvar el día. “Chipa, chipa, dulce”, resuena para ofrecer sus productos. 

La pasarela de la terminal está cargada de rostros sin nombres. La chipera, el guarda, el lustrabotas son parte esencial de la Terminal de Ómnibus.  Los viajeros solo son pasajeros. 

miércoles, 13 de abril de 2016

AUTOBIOGRAFÍA

Nací en Coronel Oviedo en 1985. Las oportunidades de una familia campesina; que migró del campo a la ciudad, eran muy bajas en cuanto a aspirar a una carrera universitaria. Mamá siempre me repetía sobre la importancia de un título universitario, por lo que aposté en mi adolescencia por algo seguro como la tecnicatura en Contabilidad en un colegio público.

Las notas eran excelentes, pero imaginas que pasaría gran parte de mi vida encerrada entre números y cuatro paredes me frustraron. Una propuesta primaveral hizo nacer en mí la opción por el periodismo. En la época del colegio nació la idea de una revista escolar. El plan se concretó y la idea de escribir me apasionó. En esa época guardaba celosa poemas escritos al azar, hoy ya tirados por el horror que me causó leerlos a mis 25 años. Esa es otra historia.

La idea de optar por otra carrera y romper esquemas en lo trazado, albergó el miedo y la ira de mi mamá Delia Paredes al hablarle de mis ganas de estudiar periodismo. Es que todo ya estaba planificado, mi segundo paso era estudiar Contabilidad en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional de Asunción.

Romper ese esquema fue mi primer desafío, solo obtuve el apoyo de papá Oscar Oviedo. Y así, inicié un largo camino para  aprender sobre el mejor oficio del mundo, como lo describió Gabriel García Márquez, renombrado periodista y escritor colombiano.
El camino no fue fácil, sin experiencia. Provengo de una familia que no alberga periodistas en el entorno y en la que todos veían difícil mi desenvolvimiento porque soy tímida. Rompí esquemas, cambié, me forje y la Facultad de Filosofía solo logró escupir una autómata. La experiencia la obtuve en la calle y en la radio.

Hoy soy periodista de calle y escritorio. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Me declaro una amante de la comunicación radiofónica (aunque ahora las palabras se trasladaron a la escritura). Actualmente, trabajo en la sección País del Diario Última Hora desde hace tres años y 11 meses. 

El llamado del terruño

Tras una pausa laboral, la Terminal de Ómnibus de Asunción fue el punto de encuentro con la vida y la desesperación. Rostros tristes, alegres y opacos desfilaron por la pasarela de las ventanillas de las empresas que ofrecen sus precios de pasajes según la cara de desesperación del cliente. Eran las 14.00 del 24 de diciembre del 2015. Día lluvioso, trágico y nostálgico.

A tan solo horas del brindis, me sumé a ese desfile de rostros desesperados, fui una más entre miles. “Los pasajes ya se terminaron hoy para Coronel Oviedo”, dijo el guarda. Esa respuesta fue tajante en cada ventanilla, en cada empresa. La frustración agonizó en mi corazón. La venta de boletas se disparó y no alcanzó para la demanda de viajeros.

La desesperación de no poder pisar tierra ovetense; esa tierra roja bajo los pies descalzos que guarda tanta vida cotidiana, llena de sacrificio, ese terruño que te extraña y que cada vez que volvés te ve con ojos de extranjero, fue la situación límite al borde de la locura.

Un guarda se acercó y preguntó: ¿para dónde? Coronel Oviedo, respondí. Y solté un suspiro. El hombre me ofreció el pasaje de una mujer, que por motivos desconocidos, decidió no viajar. El negocio se cerró entre ella y yo. Sostuve tan fuerte aquel papel, que por gracia infinita del destino llegó a tiempo para emprender el viaje de 130 kilómetros bien lejos de Asunción.  
El viaje fue como un bálsamo para llegar a casa. “Esa tierra ovetense, con su cielo guaraní, ese es mi hogar”, reflexionaba en cada kilometro recorrido lentamente.

Hace tres décadas que festejo la Navidad en mi terruño. Llegar era una forma de volver a mis raíces: la calle Itacurubí. Esa tierra donde nací, que no me forjó, pero me trajo al mundo me esperaba tan apacible, entre charcos y tierra roja que se impregnó en mis botas.

El olor a verde, a pasto, a cultivo, a chacra a arroyos impregnó mi olfato al llegar a la emblemática Terminal de Coronel Oviedo, ubicada al borde de la ruta.

“Leche, coca, milanesa”, era el grito inmenso de los vendedores ambulantes en la terminal. Pero yo solo podía pensar en mi próxima osadía: ¿cómo llegar tierra adentro?

Los taxistas cesaron el trabajo, eran las 19.00. Con un cielo azul encima de mi cabeza, emprendí camino a pie a casa de mis abuelos maternos, nostálgica pero con fuerzas. Desde la terminal ovetense a mi destino me separaban más de 100.000 pasos o quizás menos, no importó cada paso que daba en la tierra de mi terruño me acercaba cada vez más a mi destino.

Y visualice en un largo camino la otra realidad, otro mundo, bajo el resguardo de los árboles, bajo la vista del crecimiento de los cultivos y pensé: esa es la tierra de mis abuelos, tierra forjada con sudor y sacrificio.

El camino que me llevó a ese lugar mágico,  fue construido por las manos de mi abuelo, a veces  empinado, otros oscuros. Un abrazo, una sonrisa, me esperaban al final del camino, lo que me motivo seguir pese a que mis botas se llenaron de barro. Cada paso era más pesado y difícil. Intenté no llorar y centrarme en el campo.

Cruce el alambrado, los arroyos, los cultivos de maíz y caña, y al fin llegué a la meta. “Mamá, ya estoy acá”, fue mi grito triunfal. Sentí que renací. El ranchito, el tatacua y el calor del hogar estaban allí, en el centro de la Villa Santa Elena. Mi familia  me esperaba  con algarabía en la Noche Buena. El tiempo se me deshizo en polvo, pero llegué, no importa la hora, lo que es importa es volver. 



miércoles, 19 de febrero de 2014

“La larga lucha judicial por las tierras de Marina Kue: Antecedentes, causas y consecuencias”

INTRODUCCIÓN

Esta investigación se refiere a la actuación de la justicia en el denominado “Caso Curuguaty”, la larga lucha por las tierras de Marina Kue y la masacre del 15 de junio de 2012, con sus posteriores consecuencias jurídicas.
La actuación de la justicia es, sin dudas, uno de los puntos centrales y controvertidos en lo que conlleva el conflicto sobre estas tierras. A lo largo de 45 años, el Poder Judicial es uno de los principales responsables de lo que acontece en el caso, por no haberse expedido ni administrado justicia en los diferentes conflictos, por acción u omisión.  
Los antecedentes de la tenencia de tierra en el Paraguay, cómo se dieron y alentaron los latifundios desde los poderes fácticos y del gobierno de turno, en detrimento de  una mayoría campesina, como base para entender la historia y el contexto de los luctuosos sucesos de junio pasado, son expuestos en este trabajo.
La actuación de la justicia, con su brazo ejecutor policial, tuvo y tiene gran incidencia en el caso y está teniendo repercusión internacional, más que nacional, como es el caso de la postura de la ONU, que recientemente recomendó al gobierno “asegurar la investigación inmediata, independiente e imparcial de la muerte de 17 personas” en lo que fue la masacre de Curuguaty.
La recomendación de este organismo internacional vino a colación de las investigaciones paralelas a la de la justicia paraguaya, que llevaron a cabo Organizaciones No Gubernamentales del país, específicamente de la Coordinadora de los Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), cuyo informe también hemos recogido en este artículo científico.
Las metodologías utilizadas fueron principalmente las de consultas bibliográficas, como las documentaciones impresas existentes en la fiscalía, en el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) y en las publicaciones de prensa, además de las recientes publicaciones de Plataforma de Estudios e Investigación de Conflictos Campesinos (Peicc), del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) y del Informe de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy). También se consultó el libro “La lucha por la tierra en el Paraguay”, de Carlos Pastore.
Dentro de la bibliografía virtual, se recurrió a grabaciones de entrevistas en radio y televisión, además de los abundantes materiales que diferentes medios digitales tienen en su portal, respecto del tema.
La observación directa –participante- del caso también tiene lugar en este trabajo, ya que las investigadoras, dentro de su desempeño profesional como periodistas y comunicadoras sociales, han estado cerca del mismo.   
No pudo realizarse investigación de campo, debido a que se tuvieron solo tres semanas para la recopilación e investigación del caso.
Todas  las acciones,  inacciones u omisiones de la Justicia en el tema de Curuguaty y específicamente de las tierras de Marina Kue, conllevan la inclinación favorable hacia un sector, la de los terratenientes,  la familia Riquelme.
Los campesinos sin tierra  llevan las de perder -en su larga lucha y reclamos- ante los poderes fácticos, como son los terratenientes con sus paramilitares, que actúan con total impunidad con el guiño del ojo de la justicia: jueces, fiscales y la policía.  


 Fuente: Trabajo presentado a la Universidad Nacional de Pilar 
Autoras: Irma Oviedo y Stella Gonzalez

OPINIÓN SOBRE UN ARTÍCULO LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS

Teniendo en cuenta el día de la celebración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que se celebró el pasado 10 de diciembre y como una manera de analizar y reflexionar acerca de esta fecha elegí el artículo 23 el inciso 3 que expresa que: “Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social”.
El  proyecto denominado diseño y puesta en marcha de políticas de mejoramiento de las condiciones de trabajo y fortalecimiento de derechos de trabajadoras domésticas remuneradas impulsada por la consultora María Victoria Heikel de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a pedido del Instituto de Previsión Social (IPS) da a conocer datos reveladores acerca de este sector que es considerado muy poco importante dentro de la sociedad machista paraguaya que no le da importancia al trabajo doméstico realizado por las mujeres, por considerarlo irrelevante.
Este estudio se enmarca en las acciones para la implementación efectiva del Convenio No 189 sobre Seguridad Social y Formación Profesional que expresa el artículo 23 de la declaración de los DDHH.
La situación de los trabajadores domésticos y las trabajadoras domésticas en el país se dimensiona en la principal función que cumplen los y las trabajadoras en el seno de las familias paraguayas y en la economía nacional y también la importancia del a formalización del sector y la inscripción al seguro social del IPS. Este sector solo cobra el 40% del salario mínimo legal vigente, muy por debajo de lo necesario para llevar una vida digna, en caso contrario se paga un monto inferior al porcentaje mencionado.
El salario mínimo legal vigente es de G. 1.658.232 desde abril del 2011 y teniendo en cuenta el 40% alcanza G. 663.293 lo que debería cobrar una empleada doméstica, caso contrario alcanzan un sueldo mensual de G. 400.000 o G. 500.000 muy por debajo de lo estipulado, situación que se repite y que no es controlada por las autoridades. Existe una violencia laboral en el país, una informalidad y sub registro, que pese a todo con el tiempo esta cambiando y se prevé que haya mejores condiciones laborales para el sector, según María Victoria Heikel de la OIT. Afirma dicha situación teniendo en cuenta las cifras oficiales acerca de que hay menos criaditas en los hogares debido a que es una situación que se denuncia y que se está evitando.
Las estadísticas según el estudio realizado recientemente por la OIT en base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), en el 2010 se registran 219.744 trabajadores domésticos remunerados, de los cuales 14.548 (6.6%) son hombres y 205.196 (93.4%) son mujeres. Entre las mujeres 41.021 (20%) trabajan con la modalidad de contrato “sin retiro” y 164.175 (80%) en la modalidad “con retiro”.   En la ciudad de Asunción, el Departamento Central y el de Alto Paraná se concentra el 84.7% de los hogares que contratan “sin retiro” y el 63.6% de los que contratan “con retiro”.
Teniendo en cuenta que si bien la obligatoriedad del seguro social de salud para el trabajo doméstico remunerado  existe desde 1967 (Ley N° 1085/65  de Reforma del IPS), recién desde setiembre del 2009, por  Resolución 089-012/09 del IPS la cobertura se extendió desde Asunción a todo el territorio nacional. A partir de dicha Resolución, todos los trabajadores y trabajadoras domésticas del país tienen derecho a contar con el seguro de salud del IPS. La inscripción es obligatoria y recae bajo la responsabilidad del patrón (aunque también puede ser tramitado por el trabajador/a). Sin embargo, la realidad en la realidad existe todavía patrones que no aseguran a su empleada domestica al seguro social.
En el país hay 200.000 mujeres y 15.000 hombres trabajadores domésticos (jardinero y chofer), de los cuales solo el 16% está inscripto al seguro social del Instituto de Previsión Social (IPS), por ello se impulsa la campaña nacional de sensibilización e inscripción denominada Seguro Social para el trabajador y la trabajadora doméstica, que pretende aumentar el número de beneficiarios para el acceso a una cobertura de salud, así también existe la modalidad de inscripción voluntaria para acceder a la jubilación con un régimen especial en el IPS.
Un estudio que realizó la OIT revela que las principales barreras de inscripción de la trabajadora doméstica al seguro social tiene que ver con la percepción que tiene la población de que el servicio doméstico es una actividad considerada como algo que no tiene valor ni social ni económico, explicó María Victoria Heikel de la organización internacional.
En este sentido, es importante dimensionar la principal función que cumplen los y las trabajadoras en el seno de las familias paraguayas y en la economía nacional y también la importancia del a formalización del sector y la inscripción al seguro social del IPS. Esperemos que el Estado, a parte del IPS, pueda ocuparse de este sector que impulsa una legislación para cobrar el salario minimo legal vigente lo que les permitirá llevar una vida digna como lo estipula los DDHH.


Fuente: Trabajo presentado para la Universidad Nacional de Pilar 

miércoles, 13 de febrero de 2013

La radio: Ese mundo de palabras que transgrede la realidad


A propósito del Día Mundial de la Radio; mi primer gran amor fue la comunicación radiofónica. Desde el inicio planifiqué que crecería y moriría a lado de un estudio de radio, sin embargo, las cosas del destino me enviaron a otro ámbito, y no por ello no extraño ese hermoso mundo de sonidos, palabras, imaginación y toda la magia que puede envolverte al trabajar en una emisora. Ese éter a través del cual viaja la música, la información y así también la educación.

Extraño el espectro radiofónico, escuchar las voces, esas voces que trasgreden la realidad y que llegan a lo profundo del pensamiento a través de la inigualable magia de la radio fue la mejor recompensa que tuve a mi paso por Radio Solidaridad del Bañado Sur, Radio Fe y Alegría y aprender de la gente linda de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) en Ecuador.

La radio debe ser como dice José Ignacio López Vigil concentrarse en los sentimientos y en su carácter de compañía personal.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Beto: Más allá de la comunicación


Conocí a Beto, por primera vez, al medio día, en mayo del 2006,  tras negarme varias veces a quedarme a almorzar con los compañeros de Radio Solidaridad del Bañado Sur, luego de varias insistencias  no puse oposición y los acompañé en la siesta calurosa comiendo un rico puchero, traído del comedor comunitario. 
Eran mis primeros días de andanza en la emisora comunitaria, cuando de repente una música folclórica  marco el inicio del Programa Rural de Educación Bilingüe Intercultural por Radio (Prebir) de Fe y Alegría. Escuche atenta entre sorbo y sorbo del caldo, cuando se saludaron en un dulce guaraní Vero y Beto conductores del programa de educación a distancia, la empatía. Pregunte, quiénes eran. Los compañeros entre ellos Oscar Areco dijo Vero y Beto. Quede atenta escuchando su programa  y sus voces marcaron las largas siestas de almuerzo en el precario local de la cocinita, donde durante varias jornadas los escuche atentamente y no solo aprendí cosas en guaraní sino aprendí a conocerlos, a Vero y Beto.


Desde ese entonces, pese a no conocerlos en persona para mí ya eran más que conocidos. Un año más tarde cuando se dio apertura a la radio, en una cobertura por la emisora pude conocerlos a los dos, sus voces me hicieron imaginar otra personalidad. Vero, una mujer de mediana estatura y Beto un gran hombre de gran estatura, me dieron un dulce saludo, haberlos conocido, y aún recuerdo ese día me llenaron de orgullo, ya conocía a los maestros de gran parte de los estudiantes del Prebir y también de los oyentes.
Vero y Beto, eran la mejor dupla en la radio. Años más tarde tuve el privilegio de trabajar en la Radio Fe y Alegría de la mano del compañero Carlos Goncalvez. Y fueron los mejores momentos de mi profesión, la radio mi primer y gran amor, lo pude compartir de la mano de Beto y Vero.

Marcaron mi opción por los más pobres, mi opción por ayudar a los demás, por construir la otra comunicación y por dar un granito de arena día a día a la construcción de un país mejor.
Las charlas y los análisis de coyuntura eran nuestra mejor merienda en Fe y Alegría. Nunca recibimos reproches, tal vez lo tenía, pero siempre buscaba la forma de decirlo de buena manera, a su manera, cual padre preocupado de sus hijos. 
Beto, hoy se fue, pero se sembró en nuestros corazones su solidaridad y sus ganas de construir “Otro mundo es posible”,  así como a desalambrar eran las músicas que lo llenaban de energía y optimismo.
Mi corazón no se resigna a la pérdida de Beto pero mi mente sabe que ya no está pero desde el cielo sé que espera que hagamos algo por esos ideales que difundió siempre y por los cuales luchó.
Su voz se inmortaliza en el éter de las radios que aún difunden la programación del Prebir y se inmortaliza también en nuestros recuerdos.
Beto siempre entre nosotros ayer, hoy y siempre.

Mi pequeño homenaje a un gran tipo.
Esta es mi breve historia de cómo los conocí a través del éter y la magia de la radio a Vero y Beto. Para mí es un gran orgullo haber trabajado con ellos y forjado sueños de fuego que nunca se apagarán!!

A Beto no se lo entierra, se lo siembra, porque el fue semilla. Semilla de solidaridad incansable, de amor, de fraternidad. A dónde van las personas buenas como Beto?

martes, 7 de febrero de 2012

Jóvenes en acción: Movimiento 1811 "Independencia Juvenil"


Movimiento 1811 “Independencia Juvenil” es una organización social de carácter autogestionado que surge a partir de las problemáticas bañadenses y sus alrededores. Fue creado por jóvenes y para los jóvenes históricamente excluidos y explotados por esta sociedad.

Tiene como objetivos:
a)Plantear alternativas de cambios socioculturales por medio de la reflexión-acción.
b)Contribuir a un proceso de lucha permanente para la transformación de la realidad bañadense, a través de la creación de una conciencia organizacional y comunitaria.
c)Crear un sentido de pertenencia reivindicando la identidad de los pobladores del Bañaos Sur.
Unos 15 jóvenes forman parte de esta organización y promueven dar respuestas a las necesidades laborales juveniles desde los principios de la economía solidaria. La creación de espacios de discusión y análisis sobre la situación bañadense. Comprender la situación del chespi como problema social y comunitario por medio de expresiones culturales, cine callejero, murales y no por medio de la discriminación.

Cuenta con varias áreas de trabajo como:
-Ñamba´apo: La asociación Ñamba´apo es una unidad productiva de envasado y venta de productos de limpieza. Su eje principal es apuntar a la creación de fuentes de trabajo a través de la economía solidaria.
-Reducción de daños: Trabajan con los jóvenes adictos al crack. Ofrecen alternativas al consumo del crack a través de artes, deportes, trabajo.
-Grupo de lectura: Esta enmarcado en la formación política de la organización 1811 a partir de la lectura y posterior análisis y debate enfocado en la reflexión – acción, acción – reflexión, con las constantes comparaciones a la realidad comunitaria.
-Equipo de Autogestión: Se encarga del mantenimiento del local por medio de actividades de sostenibilidad.
-Equipo de Comunicación: Cuentan con un programa de radio denominado “Plan B” que se emite todos los sábados de 17:00 a 18:00 en radio Solidaridad.
El grupo trabaja hace más de dos años y ejecuta un proyecto con la ONG Semillas para la Democracia.

Análisis de contexto situacional:
El Movimiento 1811 “Independencia Juvenil” está conformado por unos 15 jóvenes del Bañado Sur de Asunción.
Esta zona rivereña, a orillas del río Paraguay, en el Bañado Sur de Asunción, se encuentra asentadas más de 5 mil familias. Los orígenes de la conformación de esta comunidad ocurre hacia el año 1968, cuando familias provenientes de la zona alta de la ciudad y del campo, empezaron a poblar este sector, creando los cordones de pobreza.
La comunidad se conformó con personas provenientes del campo que, expulsadas de sus lugares de residencia por la pobreza, la falta de tierras, la expansión de la agricultura mecanizada y extensiva y, en general, la falta de oportunidades, han emigrado a la ciudad.
Los pobladores se dedican a actividades laborales informales como la venta ambulante, el reciclaje de la basura, la construcción, las actividades domésticas, en algunos casos incluso en condiciones de explotación.
La población del Bañado Sur, como otras sumidas en la pobreza, es excluida de las políticas sociales. El sistema no se ocupa del mantenimiento de su salud y de su vida, pues no constituye una población que produce y que será capaz de consumir. Pasan así a engrosar la masa de desocupados dentro del sistema, más aún las mujeres, quienes se enfrentan con muchas limitaciones para su ingreso al ámbito productivo, teniendo en cuenta que culturalmente su lugar por excelencia es el ámbito doméstico.
La drogadicción y la falta de empleo para los jóvenes es otro de los factores, que generan la delincuencia juvenil.
El grupo es criticado por un grupo de pobladores por dar asistencia a los consumidores de crack. Muchas veces los acusan de ser encubridores de estos jóvenes y de utilizar el local de la organización, como un aguantadero.

Conclusiones:
Ante la los problemas que aquejan a los adolescentes; como las drogas y el alcohol, este grupo de jóvenes se organizaron para ofrecer alternativas a los pobladores del Bañado Sur.
Es necesario que los integrantes del grupo impulsen una campaña de posicionamiento de la organización para dar a conocer la labor del grupo.


Propuestas:
Es necesario que el Movimiento 1811 “Independencia Juvenil” haga conocer a la población del Bañado Sur acerca de la labor que desempeñan, debido que son estigmatizados por dar asistencia y acompañamiento a los adictos.
La organización debe utilizar los medios masivos de comunicación y otros medios de comunicación alternativos para posicionarse en la comunidad.


jueves, 2 de febrero de 2012

NAVIDAD DE CLÉRICO (Arreglado) - Y una breve historia

Este disco tiene su historia. Trataré de resumirlo de manera breve. Corría allá por el año 2010, en el mes de diciembre, cuando días antes de la noche buena, escuche un trozo de Navidad de Clérico por Radio Fe y Alegría.

Me encantó la letras de la poesía mezclada con la música de Dos trocitos de madera de Maneco Galeano, llegó tan profunda la letra del relato que describía de manera perfecta lo que sentía acerca de la navidad. Resaltaba mi rechazo por esa navidad de papa Noel y nieve.

Pero vaya mi sorpresa que al buscar la música, los editores la mutilaron y solo dejaron estrofas de la canción. Desde allí inicio mi búsqueda de este disco.

Y hoy hurgando entre discos de música nacional, llegó a mis manos sin darme cuenta. Fue grande mi sorpresa al verla entre mis manos, no dude en comprarlo.

Ahora aquí va la letra de Navidad de Clérico, corregida.


Escrito por Maneco Galeano
Interpretado por José Antonio Galeano

Mi Navidad es un recuerdo de petardos y de estrellitas, de campanas que dieron al viento norte chaqueño el vuelo de anuncios y el milagroso encuentro con el Dios hecho niño hasta el cual día un luminosos lucero. Es un recuerdo renacido año tras año con su cúmulo de alegría triste y villancicos, y de lo que después supe se llaman compuestos.

Mi Navidad finalmente es de pesebres y clericó, aunque de aquellos tengo memoria por su belleza, y a este lo conocí una noche buena en la que el vino mezclado con frutas y azúcar, se me encendió en el alma y en el cuerpo. Entonces quise salir a correr y contarle al mundo que había dejado de ser niño, que estaba ebrio de alegría porque había nacido el hombre que derrotaría al mal desde un árbol hecho cruz. Fue de pájaros esa alegría cuando vi la aurora en Puerto Pinazco, una mañana más del eterno estío en la que encerraban todas las mañanas.

Qué lindo que está el pesebre,
mirána un poco el yvu,
y en sus orillas cantando
su tristeza un kururu.

No recuerdo haber visto nieve en mis navidades literalmente todas ellas han sido de puro color verde, con el adorno de las flores del chivato mi esperanza era mayor puesto que duraba desde el 25 de diciembre hasta el 6 de enero tiempo en el que inexorablemente mi pensamiento era de camellos y coronas ese era el lapso justo que necesitaba la ilusión para convertirse en juguete. Como al sentirme niño también lo tenía a Jesús en el alma, quería otorgar ese tiempo a mis amigos los Reyes para que trajeran a beber en mi ventana la reparadora idea del agua a sus camellos. Por ello, mi Navidad sigue siendo de clericó, porque cuando era pequeña veía como los ojos de los mayores se hacían rutilantes después de la primera jarra. Y cuando me permitieron sumirme en sus vahos supe que esa es la síntesis de la gloria y el canto de todos los aleluyas paraguayos.

Dos trocitos de madera
ya techaron el establo,
en el cielo hay una estrella
que guía a los reyes magos.

Sí, mi Navidad sigue siendo de pesebres, aún recuerdo como dejaba caer los granitos de arena para componer el camino por donde debían llegar los Reyes Magos hasta el establo. También recuerdo que la ovejita de barro tenía su lugar en el terrón de pasto, y que la Virgen María miraba al niño moreno desde la izquierda de su cuna de pajuelas, mientras San José velaba ambas presencias desde la derecha de la misma cuna. El inmenso orgullo estallaba cuando los visitantes vecinos se despedían con el fulgurante lugar común: Esta muy lindo tu pesebre.

De quebrados son esos recuerdos por la dureza. Las tardecitas de aserrín se comenzaron a adornar de niñas cuando deje de lado mi afición por componer pesebres. Entonces trataba de aparear mi paso al de alguna buena moza para que recorriéramos juntos los pesebres. Que difícil se me hacia la conversación entonces. Menos mal que en una de esas encuentre la ayuda del ya comentado clericó el cual tuvo la virtud de poner en mis labios el primer piropo.

Con chipa se hizo la cena
y un pedazo de mbeju,
estamos en Nochebuena,
la noche del mborayhu.

Si mi Navidad es de verano, no recuerdo haber visto pinos con copos de nieve, sino erguidos eucaliptos de estatura chaqueña. Las guirnaldas eran solo de hojas puestas naturalmente por la enramada, a lo sumo, el adorno adicional era de una estrella de papel plateado, colgada de la rama más alta porque se la debía ver desde lejos para la buena guía.

Era más larga mi Navidad porque el acto de despedida ocurría el día 5 de enero por la noche cuando mis polvorientos zapatos salían a habitar ventanas, y a veces hasta ponía dos pares, porque papá o mamá decían que los regalos de los Reyes quizás no fueran a caber en uno solo.

Tuve muchas veces esa suerte lo confieso, porque la generosidad progenitora comenzaba siempre por favorecer mi niñez feliz.

Es doloroso reconocer que hoy alcancé el metro noventa de estatura, y no puedo hacer nada para evitar que me cambien la Navidad. Yo lo quiero mucho a papá Noel, pero no consigo reconocerme en él porque hace demasiado tiempo soy amigo de tres Reyes y no lo puedo olvidar, puesto que son parte de las lágrimas que ahora se me escapan.

(El niño, José y María
moldeados en el barro
dan la imagen navideña
itá jegua color rosado)

Porque es fiesta que reúne a las sonrisas con las lágrimas siempre lloro en Noche Buena. Mientras los jarros de agua atraviesan las ventanas a la media noche buscando la realización de buenos augurios, me estallan las lágrimas en el rostro.

Sé que es de anuncio el momento y el anuncio es futuro, es también ese el momento en que quiero habitar una estrella para reconocerme en todos los niños del mundo, avisarles que faltan pocos días para que sus sueños de camellos y coronas se conviertan en juguetes y procurar que haya un juguete para cada uno de los niños del mundo. Ese también es el instante en que me gustaría elevar una jarra de clérico, hacer un ¡Viva al Paraguay! y fundirme en un abrazo de filiación humana con todos los habitantes de la sonrisa del mundo para decir una sola palabra: Paz.

(El pesebre, los amigos
y el cariño hacia Jesús,
se enlazaron con la caña
y el famoso arro kesu.
En la tierra el pasto verde
y en la mente una ilusión,
opaichagua oí la gente
ovy´a che koraso)


Porque pretendí sumar mi canto al de muchos hace una larga ausencia escribí los versos, ese es mi regalo al que murió pidiendo: Paz para los hombres de buena voluntad. Al final del camino quizá lo encuentre sin llagas y fulgurante, así como nació una madrugada en que se me ocurrió llevarle:

(De regalo sandía y chipa,
naranjitas y pakova,
peguerúke lo mitá
Ñandejara´i pe guara)

Hay que poner en orden el pensamiento que se dispersó en las líneas que preceden, porque los recuerdos son numerosos y por la natural emoción, en verdad los versos tienen este orden:

Dos trocitos de madera
ya techaron el establo,
en el cielo hay una estrella
que guía a los reyes magos.
El niño, José y María
moldeados en el barro
dan la imagen navideña
itá jegua color rosado.

De regalo sandía y chipa,
naranjitas y pakova,
peguerúke lo mitá
Ñandejara´i pe guara.

Con chipa se hizo la cena
y un pedazo de mbeju,
estamos en Nochebuena,
la noche del mborayhu.
Qué lindo que está el pesebre,
mirána un poco el yvu,
y en sus orillas cantando
su tristeza un kururu.

De regalo sandía y chipa,
naranjitas y pakova,
peguerúke lo mitá
Ñandejara´i pe guara.

El pesebre, los amigos
y el cariño hacia Jesús,
se enlazaron con la caña
y el famoso arro kesu.
En la tierra el pasto verde
y en la mente una ilusión,
opaichagua oí la gente
ovy´a che koraso.

De regalo sandía y chipa,
naranjitas y pakova,
peguerúke lo mitá
Ñandejara´i pe guara.

A 23 años de la caída de la dictadura en Paraguay

Se cumplen 23 años del golpe de estado que ocurrió en la madrugada del 2 y 3 de febrero de 1989, en Asunción, Paraguay. Esta gesta histórica derrocó del poder a Alfredo Strossner, luego de 35 años de dictadura, persecuciones, asesinatos y exilios.

Según el informe final de la Comisión Verdad y Justicia, durante la dictadura; desde 1954 a 1989, fueron detenidos 19.862, torturados 18.772, ejecutados 59 y desaparecidos 336.

Guillermina Kanonikoff, la viuda de Mario Schaerer Prono, quien fue asesinado por la dictadura stronista, señaló la dictadura hizo mucho daño al país. Recordó los hechos acontecidos el 2 y 3 de febrero de 1989.

Guillermina Kanonikof by Irmalorenita


Derlis Villagra, miembro de la Comisión de Verdad y Justicia e hijo de un desaparecido durante la dictadura del ex presidente Alfredo Stroessner, señaló que esta fecha nos tiene que ayudar a reflexionar y valorar las libertades públicas.

Derlis Villagra by Irmalorenita

Rogelio Goiburú, hijo del desaparecido Dr. Agustín Goiburú, que viviendo en el exilio en la Argentina, escucharon a través de la radio los relatos de las noticias del golpe militar y lo festejaron.

La noticia de la caída de la dictadura, llegó a los exiliados en la madrugada del 3 de febrero. Hicieron correr la noticia entre los exiliados en Argentina.

Comentó que posteriormente volvieron a Paraguay, luego de vivir en el exilio durante más de 30 años.

Rogelio Goiburu by Irmalorenita